Kaspersky presentó su balance anual de ciberseguridad, donde analizó las principales dinámicas del mercado durante 2025 y delineó las tendencias que marcarán el rumbo hacia 2026.
De acuerdo con la compañía, el año estuvo caracterizado por un incremento sostenido en los ataques dirigidos a dispositivos móviles, un crecimiento del phishing potenciado por inteligencia artificial y una evolución del ransomware hacia modalidades más complejas. También se remarcó el aumento de incidentes que apuntan a pequeñas y medianas empresas, un segmento que continúa siendo uno de los más expuestos en la región.
Durante el evento, Rafael Akao, Director de Comunicaciones de Kaspersky para Latinoamérica, destacó el rol estratégico de la comunicación en un entorno digital cada vez más desafiante. ‘Nuestro objetivo es acompañar a empresas y usuarios con información clara, accesible y actualizada’, expresó, subrayando la importancia de la educación continua y la colaboración entre actores del ecosistema TIC.
Desde la compañia remarcaron que la expansión acelerada de la transformación digital está ampliando la superficie de ataque, lo que obliga a organizaciones de todos los tamaños a revisar sus estrategias de protección y adoptar modelos de seguridad más proactivos. Subrayaron que la velocidad con que los ciberdelincuentes incorporan nuevas técnicas hace indispensable combinar tecnología, procesos y capacitación continua.
En su repaso anual, la empresa comparó las proyecciones realizadas para 2025 con los resultados efectivos, destacando que la mayoría de las tendencias previstas —IA aplicada al delito, foco en dispositivos móviles y amenazas a la cadena de suministro— se consolidaron más rápido de lo anticipado.
Luego, Leandro Cuozzo, Investigador de Seguridad del Equipo de Kaspersky, profundizó en el panorama técnico del año. Señaló que, aunque el volumen total de malware y troyanos bancarios se mantuvo estable respecto a años anteriores, se produjo un cambio claro hacia el uso de infostealers. Este tipo de malware —orientado al robo de información— alimenta hoy un mercado negro de credenciales cada vez más grande y demandado, utilizado para estafas digitales, ataques dirigidos y campañas automatizadas de phishing.
Cuozzo explicó que este crecimiento obligó al equipo a reforzar sus procesos de análisis masivo y monitoreo continuo. ‘La clave fue analizar la mayor cantidad posible de muestras de malware, automatizar la extracción de indicadores y actualizar constantemente las firmas para mejorar la detección’, detalló.
El investigador también enumeró los ejes centrales que marcaron la agenda 2025: la consolidación de los infostealers como uno de los vectores preferidos por los atacantes; el fuerte incremento del uso de inteligencia artificial en estafas, particularmente mediante deepfakes y deepvoices que hoy resultan difícil de distinguir de contenido real; y el avance de grupos criminales chinos en la región, responsables de campañas de phishing dirigidas a países como Argentina y Chile, así como de malware adaptado a técnicas locales, incluyendo ataques sobre transacciones NFC.
Para finalizar, de cara a 2026, anticipó que el robo de credenciales, la automatización del fraude digital y la actividad de actores extranjeros seguirán en aumento. La compañía prevé que los atacantes intensificarán el uso de automatización, apuntarán con mayor frecuencia al software crítico y perfeccionarán técnicas orientadas a manipular o exfiltrar datos sensibles. Ante este escenario, Kaspersky recomienda reforzar autenticación, actualizar planes de respuesta a incidentes y fortalecer la formación interna para enfrentar amenazas cada vez más sofisticadas.
