Por Patricio Fuentes Aros, Gerente General de SONDA Colombia
En un país como Colombia, lleno de talento, creatividad y resiliencia, quiero insistir en algo que he comentado en otras ocasiones: el verdadero motor del desarrollo no es solo la tecnología, sino la capacidad de las personas para aprender y evolucionar constantemente. La educación continua, especialmente en habilidades digitales, ya no es un diferencial, es una necesidad, no importa cuál sea tu especialidad.
De acuerdo con Fedesoft, se estima que para 2025 el sector tecnológico necesitará cerca de 162.000 talentos. Esto evidencia la urgencia de apostar por la capacitación continua y adaptativa en el país. Aunque los programas impulsados por el sector público-privado son un paso importante, debemos ir más allá y convertir la formación digital en una prioridad estratégica para fortalecer la competitividad y la innovación.
Soy chileno, pero luego de casi un año en el país me siento también colombiano. Venir de otro país no significa traer respuestas, sino llegar con preguntas. Aquí he aprendido que liderar implica escuchar, observar y adaptarse a una forma particular de construir relaciones, de tomar decisiones y de generar confianza. Esa apertura al aprendizaje, tanto profesional como cultural, es lo que permite que la tecnología se aplique correctamente en cada contexto local. Ver el potencial que tiene el país y los profesionales es un factor altamente motivador para seguir trabajando por aportar al sector.
Lo he vivido de cerca: el verdadero cambio no ocurre cuando llega una nueva plataforma o software, sino cuando quien la usa entiende cómo aplicarla para resolver problemas reales, para mejorar su día a día innovando. La clave está en que, para que la tecnología sea efectiva, debe ser comprendida y dominada por las personas. Por eso, uno de los aprendizajes clave que he tenido es que, si una empresa quiere ser competitiva hoy, debe asumir la formación continua como una política estructural, más como algo prioritario y menos como algo opcional.
Esa misma lógica orienta muchas de las decisiones que tomamos en el sector. En SONDA, por ejemplo, hemos fortalecido nuevas líneas de trabajo, que nos lleva a adquirir nuevos conocimientos con el objetivo de acompañar mejor a las organizaciones en sus procesos de transformación, es el caso de la vertical de Telcos y Media Services, y la línea de servicios especializados en soluciones de comunicaciones.
En un país que avanza en la digitalización en todas sus áreas, promover la formación continua en tecnología es una obligación. No basta con capacitar en herramientas, necesitamos fomentar una cultura de innovación, pensamiento crítico y adaptabilidad. Apostar por el crecimiento de las personas es, en definitiva, la mejor inversión.