Una comunidad para el desarrollo del Open Finance

Karol Benavides, experta en Open Finance y fundadora de la Comunidad FinancieraMENTE Abierta.

Estamos viviendo en una era donde el Open Finance está muy extendido en América Latina. Este modelo de banca abierto se da en parte gracias al crecimiento de las empresas fintech, donde se pasó de tener solo 17 años atrás, y ahora funcionan aproximadamente casi 3000.

Karol Benavides, destacada especialista colombiana en Open Finance, Open Data y estrategias de de pagos, conversó con Prensario TI Latin America sobre la Comunidad FinancieraMENTE Abierta que creo en el 2024. Asimismo observa tres tendencias regionales: además del crecimiento del sector fintech, la inclusión financiera (abordando la alta población no bancarizada) y la colaboración entre bancos tradicionales y Fintech para ofrecer mejores servicios financieros y acceso a datos.

Benavides es especialista en Gerencia de Proyectos por la Universidad Piloto de Colombia y cuenta con un MBA de la Universidad Sergio Arboleda. Su experiencia y liderazgo la han llevado a ser panelista y speaker invitada en eventos de Asobancaria, Latam Fintech Hub y la Cámara de Finanzas de Guatemala (CFG), donde comparte su visión sobre el futuro del sector financiero.

¿Cómo ves la la situación hoy en día del Open Finance en la región latinoamericana y qué oportunidades y desafíos tiene?

Karol Benavides: Muchos países de Latinoamérica están en proceso de adopción de finance, unos más avanzados que otros que tienen enfoques diferentes. Existen tres tendencias regionales que están muy reestructuradas, por un lado la inclusión financiera: no es un secreto que aún existe una alta población no bancarizada en nuestra población. Por otro lado, está el crecimiento fintech. Ha pasado de 17 a casi 3000 hoy en día.

Esto hace que la maquinaria mueva las alianzas entre los bancos tradicionales y fintech para regular todo esto y, en general, para ofrecer más o mejores servicios financieros para poder tener acceso a datos de información y, a la que por medios tradicionales, no tengamos acceso a través de crédito o por cualquier institución de promoción informal o bancarizada. Ahora, gracias a las finanzas abiertas, vamos a poder conocer a los clientes y hacer servicios personalizados e incluirlos en sistemas de comunicación.

¿Por qué las personas que no estaban bancarizadas buscaron a las fintech en vez de los bancos tradicionales?

KB: Hay algo que fue clave: la pandemia. Ahí hubo una aceleración de la digitalización de los servicios financieros y la banca tradicional se vio obligada a digitalizar muchos de sus procesos y al usuario a adoptarlos, porque no había alternativa.

Pero también, a través de la aparición de las Fintech, que me encanta, hoy en día los proveedores son aliados para tener mayor alcance.

¿Qué se busca? Creo que casi todos los consumidores financieros buscan poder acceder a un crédito formal. Aquí en Colombia, lamentablemente, sufrimos estos mecanismos de financiamiento poco legales que incluso exponen la vida o la integridad de las personas porque tienen unas tasas de interés absurdas. Pero acceden a ello, primero, porque no le solicitan mucha documentación y luego por la inmediatez.

Estas personas que hoy en día, afortunadamente, están buscando las fintech para esto, lo hacen porque no necesitan un préstamo enorme, sino para cosas cotidianas como pagar la renta del mes, el servicio de electricidad del mes, la colegiatura de sus hijos. Son montos muy pequeños y que quizás en un banco tradicional llevarían muchos procesos, mucha burocracia y no tener un historial crediticio de entrada es una una barrera.

¿Cómo es la relación entre las fintech y los bancos tradicionales?

KB: Al principio era muy común encontrar cierta resistencia de los bancos tradicionales a este cambio. Sobre todo, por el hecho de tener que compartir los datos de sus clientes con otras entidades financieras, que bien podría ser competencia.

Al final, cuando entendemos que las finanzas abiertas y bien adaptadas, y entendidas desde el punto de vista estratégico para las compañías y, sobre todo, para el beneficio del usuario final, nos obligan a innovar. Cuando innovás creas más productos y cuando creas grandes productos, alcanzas a más personas y cuando alcanzas a más personas tienes más ingresos. Entonces, aquí todos somos ganadores.

Esta conversación de Fintech Finance inicia en Brasil desde el 2019, o incluso en México desde el 2018. Llevamos 5 años hablando de esto.

¿Qué características tienen los países de América Latina donde han avanzado mucho en la ampliación del Open Finance?

KB: El Open Finance es muy lindo y muy romántico, desde lo voluntario, pero insisto, todavía hay ciertas fricciones. Cuando tú tienes una regulación de unos estándares, unas normativas desde la política pública y del gobierno a cada país, la Corte se pone un poco más seria. Eso hace que haya obligatoriedad y ya te dicen específicamente qué tipo de datos vas a compartir y mediante qué mecanismos de seguridad.

Esto es importante, primero para establecer estándares, para que sea mucho más fácil en la circulación de la información y que se asegura la seguridad del tratamiento de los datos. Es fundamental y siento que en estos países, se están copiando las mismas prácticas de Brasil, donde considero que fue claves este trabajo colaborativo entre el Banco Central, las fintech, los bancos tradicionales.

En la estructura por fases, donde progresivamente se iban uniendo entidades financieras, se iban comunicando estándares de datos y se está replicando de manera muy similar en Chile, Colombia y México.

Este modo, considero que es una revolución expedida por los entes gubernamentales. En Argentina, por ejemplo, se está avanzando en temas de interoperabilidad y las transferencias 3.0, que sientan una base muy importante para el Open Finance.

Perú también ha empezado, más hacia el lado los pagos, pero igualmente establece buenas bases. Y en Centroamérica se están abriendo conversaciones. Se están trabajando en en grupos en donde se está pensando en cómo darle forma a la regulación. Es en definitiva, un cambio cultural.

Una parte del nombre de mi comunidad es Comunidad FinancieraMENTE Abierta, poruque para eso se necesita una mente abierta y cambiar un poco el chip. Hace 50 años tenemos la banca tradicional haciendo lo mismo y puede que le vaya muy bien, pero por qué no dar el siguiente paso y dar oportunidad para nuevas oportunidades y maneras de hacer las cosas. En roles como el mío, evangelizadores, tenemos una misión bastante fuerte.

¿Cómo surge la Comunidad FinancieraMENTE Abierta?

Tuve un proceso profesional y de vida en donde vi el potencial que tiene el sistema financiero para ser un lugar mucho más atractivo. Busco justamente atender una figura más imparcial. Antes trabajé durante 18 años para organizaciones, donde trabajas para la organización con sus políticas.

Mi propósito en la comunidad es hacer que las cosas pasen. Muchas veces en este día a día las cosas se ralentizan un poco y hay ocupaciones divididas.

El rol que queremos jugar dentro de la comunidad es justamente hacer que todo fluya, que ojalá todos estemos conformes con las regulaciones y las normativas. Hoy en día mi comunidad está en construcción y busca generar espacios de conversación, de trabajo, de colaboración y bueno, con este sueño de que crezca.